Insolvalia es la sociedad a quien la juez ha encomendado la administración concursal de Joca. Debido a un formulismo legal, en el auto aparece una dirección suya en Badajoz, aunque realmente esta firma tiene la sede en Madrid.
Entre sus cometidos figurará ahora estudiar la propuesta anticipada de convenio para darle el visto bueno y convertirla en definitiva. Es decir, este texto aún no es la oferta definitiva que se tramitará.
Una vez que haya propuesta, sea ésta o en términos diferentes, el siguiente paso es presentarla a los acreedores. Estos votarán en una junta y en su mano estará el aceptarla o rechazarla. En el caso de que acepten la quita de la deuda y las condiciones de pago marcadas, Joca (y su filial Saconsa) saldría del concurso de acreedores y la gestión volvería a manos de sus dueños.
En caso de que se rechazara, la empresa sería liquidada para que los acreedores pudieran cobrar la deuda. La experiencia demuestra que cuando esto sucede no se suele recibir la totalidad de lo que se adeuda, sino solo una parte.
Joca asegura que puede cumplir su propuesta de pago, ya que está ajustada a las condiciones del mercado. Considera que puede asumir la contratación de obra y edificación pública en el segundo semestre. Es decir, a partir de junio.
Sin embargo, admite que el escenario económico no es el mejor para conseguirlo.
De hecho, afirma que las previsiones apuntan a que la tendencia negativa en el sector de la construcción se interrumpirá el año que viene, y que el nivel de producción en 2014 apenas llegará al registrado a principio de la década pasada.
Se espera que las edificaciones residenciales sigan estancadas varios años debido a que aún hay stock de casas sin vender.